se refieren a lo mismo, es decir, a idiomas reales. Incluso algunos de los que piensan que el propósito es diferente, sostienen que el carácter es el mismo. Por ejemplo, el comentarista de las Asambleas de Dios Stanley M. Horton escribe que ‘las lenguas aquí (es decir en Hechos 2) y las lenguas en 1 Corintios capítulos 12–14 son iguales’.19 Como lo expresa la Declaración de las Asambleas de Dios en su párrafo 8, son ‘iguales en esencia’, aunque ‘diferentes en su propósito y su uso’. Resumiendo, y
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